Los cierres de polímero resistente a productos químicos son un tipo de cierre fabricado con polímeros, o materiales plásticos, resistentes a la corrosión química. Se utilizan en una amplia gama de aplicaciones en las que la exposición a productos químicos podría ser un problema, y ofrecen varias ventajas sobre las fijaciones metálicas tradicionales.
Una de las principales ventajas de las fijaciones de polímeros resistentes a productos químicos es su ligereza y facilidad de manejo. Esto los hace especialmente adecuados para aplicaciones en las que el peso es un problema, como en las industrias aeroespacial y del automóvil. Los cierres de polímero también suelen ser más fáciles de instalar que sus equivalentes metálicos, ya que no requieren herramientas ni equipos especializados.
Además de ser ligeros y fáciles de manejar, los polímeros resistentes a los productos químicos ofrecen buenas propiedades de aislamiento eléctrico. Esto los hace adecuados para su uso en aplicaciones eléctricas y electrónicas en las que el aislamiento eléctrico es importante.
Existen varios tipos de elementos de fijación de polímeros resistentes a productos químicos, como la polieteretercetona (PEEK), el cloruro de polivinilo (PVC) y el fluoruro de polivinilideno (PVDF). Las fijaciones de PEEK son conocidas por sus excelentes propiedades mecánicas y térmicas, así como por su resistencia a una amplia gama de productos químicos. Los elementos de fijación de PVC también son conocidos por sus buenas propiedades mecánicas y térmicas, así como por su resistencia a los rayos UV y a la intemperie. Los elementos de fijación de PVDF son conocidos por su excelente resistencia química, lo que los hace adecuados para su uso en entornos corrosivos.